El Fado: La Voz del Alma Portuguesa

Imagina esto: estás sentado en una pequeña sala iluminada por velas, el murmullo de las conversaciones se apaga de repente y una voz poderosa emerge de la oscuridad. No necesitas entender portugués para sentir el peso de la "saudade" —esa mezcla indescriptible de nostalgia, añoranza y melancolía— que impregna cada nota. Has caído bajo el embrujo del fado, el latido musical de Lisboa.

El fado, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2011, no es solo música; es la expresión más auténtica del alma portuguesa. Si visitas Lisboa y te marchas sin experimentarlo, es como si no hubieras estado realmente allí.

Los orígenes: entre mitos y realidades

Nadie sabe exactamente cuándo nació el fado. Como todo buen mito cultural, sus orígenes están envueltos en misterio. Algunos lo vinculan a los cantos de los marineros portugueses durante la época de los descubrimientos, otros a la influencia árabe o brasileña, y algunos incluso a los cantos moriscos.

Lo que sí sabemos es que el fado ya era popular en los barrios marginales de Lisboa —especialmente Alfama y Mouraria— a principios del siglo XIX. Surgió entre marineros, prostitutas, taberneros y trabajadores del puerto como una forma de expresar las dificultades de la vida cotidiana.

La figura mítica de María Severa Onofriana, una cantante de taberna del siglo XIX, marca un antes y un después en la historia del fado. Esta joven de vida breve y turbulenta (murió con solo 26 años) es considerada la primera gran fadista. Su romance con el Conde de Vimioso ayudó a que el fado traspasara las fronteras de los barrios pobres y comenzara a ser apreciado por la aristocracia.

La edad de oro y la internacionalización

El verdadero salto a la fama internacional del fado llegó en el siglo XX de la mano de Amália Rodrigues, conocida como la "Reina del Fado". Con su voz única y su dramática presencia escénica, Amália llevó el fado a salas de conciertos de todo el mundo, desde el Olympia de París hasta el Carnegie Hall de Nueva York.

Durante la dictadura de Salazar (1932-1974), el fado fue utilizado como símbolo de la identidad nacional portuguesa. Esto provocó que, tras la Revolución de los Claveles, muchos jóvenes lo rechazaran por asociarlo al régimen. Afortunadamente, esta percepción ha cambiado radicalmente en las últimas décadas.

Las dos almas del fado

Aunque el fado es diverso en sus expresiones, existen principalmente dos variantes reconocidas:

  • Fado de Lisboa: El más conocido internacionalmente. Se interpreta tradicionalmente con una guitarra portuguesa (un instrumento de 12 cuerdas con forma de pera) y una guitarra clásica (llamada en Portugal "viola"). Los temas suelen girar en torno al amor, la pérdida, la vida en los barrios y el mar. Es cantado tanto por hombres como por mujeres, aunque históricamente han destacado más las voces femeninas.

  • Fado de Coimbra: Vinculado a la tradición universitaria de Coimbra, es interpretado exclusivamente por hombres, generalmente estudiantes vestidos con su capa negra tradicional. Tiene un tono más literario y refinado, y sus temas incluyen el amor, la ciudad de Coimbra y la vida estudiantil. Musicalmente, es más elaborado que el fado lisboeta.

Dónde vivir la experiencia del fado

Existen dos tipos principales de lugares donde puedes disfrutar del fado en Lisboa:

Casas de Fado tradicionales

Son restaurantes que combinan gastronomía portuguesa con actuaciones de fado. Algunas de las más reputadas son:

  • Casa de Linhares (Ubicación): Ubicada en un palacio del siglo XVIII en Alfama, ofrece fado de alta calidad junto con gastronomía tradicional portuguesa. Precio elevado pero justificado por la calidad.

  • Clube de Fado (Ubicación): Dirigido por el guitarrista Manuel Linhares, es uno de los espacios más respetados para escuchar fado de calidad. Su ubicación en un edificio del siglo XVIII con bóvedas romanas añade un ambiente especial.

  • A Severa (Ubicación): Nombrada en honor a Maria Severa, este establecimiento en el Bairro Alto combina la autenticidad del fado con cocina portuguesa de calidad. Uno de los más antiguos de Lisboa.

  • Senhor Vinho (Ubicación): Fundado por la fadista Celeste Rodrigues (hermana de Amália), este restaurante en Lapa ofrece actuaciones de calidad junto con excelente gastronomía.

  • Parreirinha de Alfama (Ubicación): Un clásico de Alfama dirigido por la fadista Argentina Santos. Ambiente íntimo y familiar.

Tascas con fado vadio

Para una experiencia más auténtica y menos comercial, busca las tascas (tabernas) que ofrecen "fado vadio" (fado vagabundo). Aquí, cualquier aficionado puede levantarse a cantar. El ambiente es más informal, los precios más asequibles y la experiencia, a menudo, más genuina. Ojo, es muy probable que al entrar te obliguen a consumir un plato principal para cada persona que asista.

  • A Baiuca (Ubicación) Una auténtica tasca en Alfama donde los clientes acaban cantando junto a los fadistas.

  • Tasca do Chico (Ubicación): Sin duda, la más famosa. No acepta reservas, así que se suele hacer mucha fila y tienes que compartir mesa con más personas.

  • Tasca do Jaime (Ubicación): Un local sin pretensiones en el barrio de Graça donde los lisboetas van a escuchar buen fado vadio.

La etiqueta del fado: cómo no parecer un turista despistado

El fado tiene sus propias reglas no escritas. Respetarlas te ayudará a integrarte y a disfrutar plenamente de la experiencia:

  • Silencio absoluto durante las actuaciones: Este es el mandamiento sagrado del fado. Cuando el fadista comienza a cantar, todas las conversaciones deben cesar inmediatamente. En las casas de fado tradicionales, incluso los camareros se detienen. No ser consciente de esto es quizás el error más común de los turistas.

  • Apaga tu móvil: O al menos, ponlo en silencio. No hay nada que arruine más una actuación que el sonido de un teléfono.

  • Sin fotos con flash: En muchos lugares, está prohibido tomar fotografías durante las actuaciones. Si está permitido, nunca uses flash, pues distrae al artista y rompe la atmósfera.

  • "Silêncio que se vai cantar o fado": Esta frase tradicional ("Silencio que se va a cantar el fado") marca el inicio de cada actuación. Respétala.

  • Aplaude al final, no durante la canción: A diferencia del flamenco, en el fado no se anima al cantante durante la actuación.

  • Reserva con antelación: Especialmente en temporada alta, las casas de fado más populares suelen estar completas.

  • Llegada y duración: Las actuaciones suelen comenzar después de las 21:00 o incluso más tarde. Una sesión completa puede durar varias horas, con diferentes fadistas alternándose.

Errores comunes al buscar experiencias de fado

Evita estos típicos errores de principiante:

  • Ir a lugares excesivamente turísticos: Algunos establecimientos, especialmente en el centro, ofrecen "fado para turistas" de calidad cuestionable y a precios inflados. Investiga antes de elegir.

  • No reservar con antelación: En temporada alta, es casi imposible encontrar mesa sin reserva en las buenas casas de fado.

  • Esperar un espectáculo continuo: El formato tradicional incluye 3-4 canciones cada 30-45 minutos, con intervalos entre actuaciones para cenar y conversar.

  • Buscar actuaciones en horario diurno: El fado es música nocturna por excelencia. Desconfía de los lugares que ofrecen sesiones a mediodía.

  • Cenar rápido para "ir al fado": En Portugal, la cena es un acontecimiento social pausado. Las actuaciones están programadas para acompañar una cena larga, no para que comas apresuradamente.


Aquí un video mostrándote cosas que debes tener en cuenta para que no te estafen en Lisboa


¿El fado es para todos?

Esta es una pregunta interesante. Honestamente, el fado no es un espectáculo diseñado para agradar a todo el mundo:

  • Niños: El ambiente solemne y la exigencia de silencio hacen que no sea un espectáculo adecuado para niños pequeños. La mayoría de las casas de fado aceptan niños, pero considera si tu pequeño podrá mantener el silencio requerido durante actuaciones de 15-20 minutos.

  • Jóvenes buscando fiesta: Si lo que buscas es animación, el fado no es tu mejor opción. Su ambiente es contemplativo y emocionalmente intenso.

  • No amantes de la música tradicional: Si no disfrutas con expresiones musicales tradicionales o te aburre la música melancólica, es posible que el fado no te entusiasme.

Sin embargo, muchas personas descubren, para su sorpresa, que el fado les conmueve profundamente aunque no entiendan ni una palabra de portugués. Su poder emocional trasciende la barrera del idioma.

Más allá del turismo: el fado en la vida de los lisboetas

Para los lisboetas, el fado no es una atracción turística sino parte de su identidad cultural. Muchos tienen sus propias "casas de fado" favoritas a las que acuden regularmente, lejos de los circuitos turísticos.

El fado vadio (amateur) sigue siendo una tradición viva. En barrios como Alfama, Mouraria o Bairro Alto, aún es posible encontrar vecinos que se reúnen espontáneamente para cantar, manteniendo viva la esencia comunitaria del fado.

Comprar fado: souvenirs musicales

Si el fado te ha cautivado, quizás quieras llevarte algo de música a casa:

  • Tienda del Museo del Fado: Ofrece una excelente selección de CDs, libros y souvenirs relacionados.

  • FNAC (Armazéns do Chiado): Gran sección de música portuguesa incluyendo fado.

  • Discoteca Amália (Rua do Carmo 22): Especializada en fado, con personal conocedor que puede asesorarte.

  • Louie Louie (Escadinhas do Santo Espírito da Pedreira 3): Una de las mejores tiendas de discos independientes de Lisboa, con buena selección de fado.

Una palabra final: el fado como experiencia vital

El fado es mucho más que música para los portugueses; es una forma de vida, una expresión cultural que refleja el alma y la identidad de un pueblo. Escucharlo en su ambiente natural, en las estrechas calles de Alfama o en una acogedora casa de fado, es una de las experiencias más auténticas que puedes vivir en tu visita a Lisboa.

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