Un Lugar con un Pasado Sombrío
La Iglesia de São Domingos, una joya arquitectónica que se alza en Lisboa desde el siglo XIII, ha sido testigo de numerosas tragedias a lo largo de su historia que la han destruido por completo, lo que le ha hecho tener el sombrío apodo de "iglesia maldita", cada vez que alguna de estas tragedias o desastres acontecían, la iglesia era reconstruida y nuevamente algo horrible volvía a suceder.
En 1531, un terremoto devastador sacudió la región y derribó por completo la iglesia, fue reconstruida en 1536. Nuevamente es reducida a escombros a causa del famoso Terremoto de Lisboa de 1755, el peor desastre natural que ha marcado la ciudad. La reconstrucción de la iglesia tomó décadas y no se completó hasta 1834, dejando una huella indeleble en su estructura y en la memoria de la ciudad.
Pero las desgracias de la Iglesia de São Domingos no se limitan a desastres naturales. Está estrechamente ligada a la Inquisición Portuguesa, que utilizó sus instalaciones como lugar de interrogatorio y condena de sospechosos de herejía, desde este lugar los condenados eran enviados a su destino final, una ejecución pública que a menudo tenía lugar en las cercanías. Otro de los episodios más oscuros de la historia de esta iglesia ocurrió el 19 de abril de 1506, ese día los fieles llenaron la iglesia pidiendo el fin de la sequía y la peste, la cual estaba muy propagada por la ciudad. Para ese entonces, los judíos en cambio, como vivían en comunidad, se aislaban y entre ellos no se propagaban tanto la peste, en consecuencia las demás personas señalaban a los judíos como culpables porque no era posible que su comunidad no estuviese tan contagiada, en esa época había un ambiente muy tenso. Ese día estaban en plena misa cuando una luz entró por la ventana de la iglesia y alguien al verla, se puso de pie y anunció ver el rostro de Cristo iluminado, se formó un revuelo porque todos empezaron a gritar que era un milagro. En medio de todo esto un cristiano nuevo, un judío que había sido obligado a convertirse, intenta argumentar que se trataba solo de un reflejo de la luz, la multitud enfurecida, se volvió contra él y lo mata. Fue el comienzo de tres días de matanza en toda la ciudad, hombres, mujeres y niños torturados y masacrados.
Después de enterarse de los disturbios y la masacre, el rey Manuel I, quien gobernaba en ese momento, ordenó a las autoridades en Lisboa que tomaran medidas para poner fin a la violencia y restablecer el orden, mucho de los involucrados fueron condenados a muerte y penas severas. En los alrededores de la iglesia hay dos monumentos que conmemoran ese suceso, una escultura en forma de esfera en medio del Largo de São Domingos inaugurado el 2008 por el Ayuntamiento de Lisboa y, otro justo frente a la iglesia, que es es un memorial por parte de la iglesia reconociendo su error.
La última tragedia que sufrió la Iglesia de São Domingos fue un incendio devastador en 1959, este destruyó por completo su interior. En un intento por romper la supuesta maldición que parecía perseguirla, se decidió no reconstruirla por completo, sólo restauraron el techo para poder seguir ofreciendo misas pero, dejaron intacta el resto de la estructura. Hoy en día, es posible es poder ver las paredes totalmente quemadas en la iglesia y son un recordatorio tangible de su turbulenta historia y un tributo a la resistencia y la perseverancia del pueblo portugués a través de los siglos.